Autor del artículo: Raúl Samaniego
La respuesta es:
“No necesariamente. Y si lo hacen, nunca lo harán en la misma medida”
Esto son los principales factores que influyen en este efecto:
1. Aproximadamente el 60% de lo que pagamos al repostar son impuestos. El precio de la materia prima puede bajar, pero los impuestos permanecen igual. Dicho de otra forma: las variaciones en el precio de la materia prima no afectan para nada al 60% de lo que pagamos: Aunque el precio del petróleo y sus derivados bajara a cero lo que nosotros pagamos ni siquiera se reduciría a la mitad. En el siguiente ejemplo podemos ver cómo sería para el llenado del depósito normal de un vehículo diésel:
2. Nadie le pone ‘petróleo’ a su vehículo. Y el precio de los derivados del petróleo (gasolina, gasóleo) no se mueve exactamente igual al del petróleo. Puede suceder que el petróleo baje un 5% mientras que los productos ‘terminados’ solo lo hagan en un 2%.
3. Y por último, aunque no menos importante: El precio del petróleo viene dado en dólares, pero nosotros no pagamos en dólares cuando repostamos. Si el precio del dólar sube más de lo que baja el del petróleo, será imposible que el precio de los carburantes baje.
Por supuesto, lo mismo, pero al revés, es aplicable a las subidas de precio.
