Trabajo a turnos. Trabajo nocturno.

 

 

Un tema importante a la hora de gestionar una empresa es la organización de turnos de trabajo, especialmente en aquellas empresas cuya actividad sigue un sistema de producción continuo en el que el trabajo debe estar cubierto durante todo el día e incluso durante toda la semana incluido los sábados y domingos, es en este tipo de empresas donde encontramos trabajos a turno y trabajos nocturnos.

También podemos encontrar estos turnos en empresas que siguen un sistema de producción semicontinuo en el que se establecen turnos de mañana, tarde y noche, pero en los que la actividad se interrumpe durante el fin de semana o al menos los domingos.

Debido a los cambios en los sistemas productivos cada vez se hace necesario establecer turnos de trabajo incluso durante el horario nocturno.

Nuestro cuerpo está acostumbrado a trabajar durante el día y a dormir durante la noche y podemos pensar que esto es lo habitual, pero la actividad laboral no cesa durante la noche. Hay innumerables empresas que continúan trabajando en ese horario, incluso servicios como hospitales, bomberos, policía, limpieza municipal, etc mantienen su ritmo de trabajo mientras el resto de la población se dedica a su descanso nocturno.

El horario nocturno afecta negativamente el estado de salud de los trabajadores pues produce alteraciones de los ritmos circadiano o ritmos biológicos.

Entre las causas por las que se producen las alteraciones del ritmo biológico están:

  • Sueño retrasado: aparece entre las personas que adelantan las fases del ciclo sueño-vigilia. Se despiertan y duermen con horarios coherentes, aunque retrasados. Puede corregirse por sí mismos, debido a que el reloj biológico interno se adelanta naturalmente con la edad.
  • Jet-lag: es una desincronización debida al cambio horario entre distintos países.
  • Turno de trabajo: las personas que trabajan en horarios nocturnos sufren trastornos en su ciclo de sueño-vigilia.

Trabajos a turnos

 

Se habla de trabajo a turnos cuando una jornada de trabajo comporta varios puestos, desempeñados sucesivamente por trabajadores diferentes, de forma que se abarca un total de 16 a 24 horas de trabajo diarias.

Según el artículo 36 del RD Legislativo 1/1995, del 24 de marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores (BOE del 29/03/1995), tiene la consideración de trabajo a turnos:

Toda forma de organización del trabajo en equipo, según la cual los trabajadores ocupan sucesivamente los mismos puestos de trabajo, según un cierto ritmo, continuo o discontinuo, implicando para el trabajador la necesidad de prestar sus servicios en horas diferentes en un período determinado de días o de semanas”.

Los turnos pueden ser fijos o rotativos. Serán fijos, cuando cada trabajador es asignado siempre al mismo turno y rotativos cuando cada trabajador cambia periódicamente de turno.

Trabajo nocturno

 

Se considera trabajo nocturno el realizado entre las diez de la noche y las seis de la mañana.

El hecho de trabajar a turnos, sobre todo rotativos o de noche, tiene una serie de repercusiones sobre la salud de los trabajadores que conviene tener en cuenta para intentar que tengan la menor incidencia posible.

Desde el punto de vista ergonómico, es importante tener en cuenta estas consecuencias y diseñar los puestos de manera que sean lo menos nocivos posible para la salud de quien los desempeña. Estas consecuencias tienen una serie de efectos sobre:

  1. a) La salud, como alteraciones del equilibrio biológico, alteraciones del sueño, alteraciones en hábitos alimenticios, etc
  2. b) La vida privada y social, debido a que se llevan horarios diferentes al del resto de la familia o amigos.
  3. c) La vida profesional, la baja actividad del organismo durante la noche y la posibilidad de que los trabajadores nocturnos acumulen fatiga por un sueño deficiente hacen que se den una serie de repercusiones negativas sobre la realización del trabajo: acumulación de errores, dificultad de mantener la atención, de percibir correctamente la información o de actuar con rapidez.

Cómo prevenir los riesgos del trabajo por turnos y nocturno

Algunas de las características que debe tener la organización de los turnos para aminorar y prevenir los efectos negativos podrían ser:

  • Participación de los trabajadores en la elección de los turnos, para poder adaptarlos a las necesidades individuales.
  • Los turnos deben respetar al máximo el ciclo de sueño: los cambios de turno pueden fijarse a las 6-7 horas, las 14-15 horas y las 22-23 horas.
  • Los turnos de noche deberían ser más cortos que el resto, aunque algunas empresas lo han establecido así, no es lo habitual. Nunca podrán ser más largos que los demás.
  • La OIT recomienda que, a partir de los 50 años, el trabajo nocturno, sea voluntario.
  • Es conveniente que los equipos de rotación se mantengan estables, esto favorece la comunicación y la relación social entre ellos.

Para finalizar quiero recordaros a todos los trabajadores que realizáis una actividad que os obliga a trabajar a turno o de noche, que vuestra salud es lo más importante, por lo que es muy recomendable realizar los reconocimiento médicos periódicos que ofrecen las empresas para detectar con anticipación cualquier alteración de vuestra salud derivada de este tipo de organización laboral.

 


Fuente: IMF Business School

 

 

 

Cada vez más comercios abren durante las 24 horas del día: supermercados, restaurantes de comida rápida y hasta peluquerías. Tenemos más facilidades para seguir consumiendo, pero también hay más personas trabajando en plena madrugada, en vez de estar durmiendo. “Enfermeras o policías en turno nocturno siempre han sido necesarios para la sociedad, pero el coste que pagan este tipo de personas es muy alto: su salud”, explica a Verne el doctor Eduard Estivill, especialista en medicina del sueño.

Javier Carnero, de 36 años, trabaja en el turno de noche de una fábrica de Balay en Pamplona desde hace tres. Lo pidió de forma voluntaria, ya que necesitaba el resto del día libre para atender a su madre enferma. “Lo único bueno es que el sueldo es algo más alto, pero la noche es para dormir y, si la razón es el dinero, no merece la pena”, comenta a Verne por teléfono.

Más de 2,3 millones de españoles trabajan en turno de noche de manera total o parcial, según la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística (INE). La primera de las diferencias que tienen con el resto es el número de horas que logran dormir. Los españoles duermen una media de 7,1 horas diarias, según un estudio publicado en 2016 por el Centro de Investigación del Sueño de Flex. Pero los que descansan en pleno día, suelen hacerlo durante 5 o 6 horas, según el doctor Estivill. “Solo los más jóvenes pueden llegar a dormir más. A partir de los 35 años, resulta mucho más complicado”, asegura.

No es una simple cuestión de cantidad. También se trata de la calidad de ese sueño. “El cerebro está programado genéticamente para dormir de noche y estar despierto de día. Un grupo de células conforma allí nuestro reloj biológico. Así que quienes duerman de día no tendrán un sueño reparador”, comenta Estivill a través del teléfono desde su consulta en Barcelona.

El especialista en sueño explica por qué es tan complicado descansar realmente si no se hace en horario nocturno: “El cerebro requiere de factores que solo ocurren por la noche. La temperatura corporal sube durante ese momento del día y es también cuando se fabrica la melatonina en el cerebro”.

El precio de dormir de día

Las consecuencias de dormir de día van desde “carácter irritable, tendencia a la depresión y cambios hormonales. También influye mucho en el ciclo menstrual de las mujeres: son más dolorosas y más duraderas”, comenta el doctor Estivill, quien recuerda que los estudios aseguran que se pierden 5 años de vida por cada 15 que se trabajan durante la noche.

L.G.P., enfermera de 33 años que cubre desde hace siete los turnos de noche de un hospital madrileño, se siente identificada con alguna de esas consecuencias. En especial en la de “estar más irritable de lo normal, porque no descansas bien”, cuenta a Verne. También le ocurre a Javier Carnero desde que trabaja por la noche.

“A la larga se mantiene una mala nutrición y la vida social se resiente”, destaca esta enfermera. “A los cuatro o cinco años de empezar a trabajar por la noche es cuando empecé a tener problemas digestivos”.

Las investigaciones científicas que analizan casos como los suyos también apuntan desde hace tiempo a consecuencias más graves. El American Journal of Preventive Medicine observó durante casi cuatro décadas a 74.000 enfermeras de hospitales británicos y publicó sus conclusiones en 2014. El número de muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares aumentaba de forma elevada entre aquellas que ejercían un turno de noche de forma permanente o rotativa durante más de cinco años.

La periodista británica Sarah Montague explicaba en 2015 en la web de BBC cómo es despertarse en mitad de la noche para presentar el programa radiofónico de noticias Today, para la emisora pública británica.

“Cuando mi despertador suena, siempre me prometo a mí misma que descansaré después. Solo es cansancio, pienso. Pero dormir es tan esencial como respirar o comer. Algunos científicos creen que cualquiera que llegue a trabajar a las 4 de la madrugada, como yo, tiene la misma capacidad para procesar información que alguien que se ha tomado un par de whiskys o cervezas”, destacaba Montague.

“La duración normal del trabajo de los trabajadores nocturnos debería por lo general ser inferior en promedio a la de los trabajadores que hacen el mismo trabajo durante el día”, destaca a Verne la oficina española de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La institución recomienda que “se debería garantizar un descanso de once horas por lo menos entre dos turnos”.

¿Cómo paliar sus consecuencias?

Un trabajo nocturno no es recomendable para mayores de 35 años porque, comenta Eduard Estivill, el cerebro ya no responde a cambios forzados a partir de esa edad. Los trabajadores sufrirán mucho más esas alteraciones en su salud.

“A un trabajador en turno de noche le recomendamos que haga una siesta tardía, sobre las 9 de la noche. Debería durar al menos una hora y media, que es el tiempo necesario para cubrir un ciclo completo de sueño”, comenta el doctor.

Llevar gafas oscuras al salir del trabajo por la mañana, para “engañar” al cerebro y que comience a fabricar melatonina de forma natural, tomar comprimidos de melatonina media hora antes de acostarse y huir del ruido lo más posible son otras dos formas de lograr un sueño más reparador. Si no se puede evitar el turno de trabajo nocturno, es preferible no rotar y hacerlo siempre a la misma hora.

“Si lo solicitan, los trabajadores tendrán derecho a que se realice una evaluación de su estado de salud gratuitamente y a que se les asesore sobre la manera de atenuar o evitar problemas de salud relacionados con su trabajo”, destaca el convenio sobre el trabajo nocturno de la OIT, que no se modifica desde el año 1995.

 


Fuente: msn.com

 

 

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