Hablar en público: 8 ideas para controlar los nervios

  • Hablar en público: 8 ideas para controlar los nervios

     

    Si vas a subirte a un escenario, a dirigirte a un público, eso significa que alguien, en alguna parte, ha decidido que tenías algo relevante que compartir con los demás. Pero claro, eso no evita que te pongas nervioso, y más aún si no estás acostumbrado a hablar en público de manera habitual. Por ello, te damos a continuación estos consejos que te ayudarán a reducir los nervios de ese momento:

    1. Usa tu temor como motivación: te resultará más fácil comprometerte de verdad a practicar tu discurso tantas veces como sea necesario. Al hacerlo, aumentará tu confianza y tu temor disminuirá.
    2. Haz que tu cuerpo te ayude: antes de salir al escenario, hay una serie de cosas que puedes hacer para esquivar la descarga de adrenalina. La más importante de todas es respirar profundamente (puedes hacerlo incluso si te encuentras entre el público esperando tu turno para salir). Aspira hondo, hasta el estómago, y suelta el aire despacio. Repítelo tres veces más. Si estás en un lugar más privado y sientes que la tensión te paraliza, prueba con un poco de ejercicio físico (por ejemplo, un par de flexiones).
    3. Bebe agua: el exceso de adrenalina que genera el nerviosismo absorbe el líquido de tu boca y puede dificultarte el habla. Prueba a beber un tercio de botella de agua cinco minutos antes de salir (no lo hagas con demasiada antelación porque puede que te entren ganas de ir al baño durante la presentación).
    4. Intenta no ir con el estómago vacío: cuando estás nervioso puede que lo último que te apetezca sea comer, pero el estómago vacío puede potenciar la ansiedad. Come algo sano una hora antes aproximadamente, y ten a mano alguna barrita de proteínas.
    5. Ten presente el poder de la vulnerabilidad: el público acoge bien a los ponentes que están nerviosos, sobre todo si éstos encuentran la manera de reconocerlo. Si te equivocas o te atascas un poco al inicio, una buena idea es decir: “Como ven, no estoy muy acostumbrado a hablar en público. Pero este discurso me importaba demasiado como para rechazar la oferta de pronunciarlo”.
    6. Encuentra “amigos” entre el público: desde el inicio de la charla, busca rostros que te resulten amigables. Si consigues dar con tres o cuatro en distintas zonas de la sala, pronuncia la charla para ellos, desplazando la mirada de uno a otro, alternativamente. Todos los asistentes se darán cuenta de que estás conectado, y el ánimo que obtendrás de esas caras te tranquilizará.
    7. Prepara un plan de seguridad: si te preocupa que las cosas salgan mal, planifica estrategias de seguridad. Si temes olvidar lo que vas a decir, ten a mano notas o un guion. Si tienes miedo a que fallen los medios tecnológicos y tener que improvisar, prepara alguna anécdota que puedas contar mientras el fallo se soluciona.
    8. Céntrate en lo que dices: haz que tu mente vuelva siempre al propósito de tu charla. Escribe las palabras “ESTO IMPORTA” en tus notas. Tu objetivo es estar ahí al servicio de la idea, ofrecerla como regalo.

    En conclusión, podemos decir que los nervios no son algo negativo si sabemos sacarles ventaja. Si usas algún truco diferente para tranquilizarte en situaciones así, anímate y compártelo con nosotros.


    Fuente: Charlas TED. La guía oficial TED para hablar en público, de Chris Anderson (Editorial Ediciones Gestión 2000).

    http://www.casadellibro.com/libro-charlas-ted/9788498753899/3057884